Independientemente de su edad, una nariz congestionada puede ser una molestia. Hace que la respiración sea difícil, a menudo forzándole a respirar por la boca, lo que a su vez puede causar dolor de garganta y hacer que actividades cotidianas como comer y dormir sean más difíciles.
Los niños y los adultos pueden superar la congestión nasal con relativa facilidad, pero para los bebés es diferente. Como tantas otras acciones que requieren un esfuerzo voluntario, los bebés están a merced de sus padres o cuidadores. Esto provoca inevitablemente malestar y angustia en el bebé, sobre todo cuando sus ciclos de sueño y alimentación se ven alterados.
Afortunadamente, hay formas en las que puede ayudar, y una en particular que debe conocer: el aspirador nasal. Los aspiradores nasales, que se encuentran en las clínicas pediátricas de todo el país, y que cada vez son más fáciles de comprar, le permiten limpiar la nariz de su bebé de forma sencilla, higiénica y eficaz.
Este artículo le ayudará a familiarizarse con los aspiradores nasales, a entender cómo funcionan y cómo usarlos. Al igual que con cualquier asunto médico, medicamento o dispositivo sanitario, si tiene alguna pregunta, consulte a un profesional de la salud.
¿Por qué se obstruye la nariz de los bebés?
La mayor parte de la congestión nasal se produce cuando la nariz trata de expulsar gérmenes, suciedad, polvo, humo u otros irritantes. Para ello, la nariz produce mucosidad, que recoge todo este detritus por las vías que salen de la fosa nasal. A veces, los vasos sanguíneos de la nariz también pueden inflamarse, y esto puede causar una mayor obstrucción de las vías respiratorias.
También se sabe que el aire seco provoca la obstrucción nasal. A medida que el aire seca el revestimiento interior de las fosas nasales, la piel puede agrietarse y causar hinchazón. El aire seco suele producirse en invierno, cuando es más probable que la calefacción central esté encendida, o en edificios con aire acondicionado.
¿Qué es un aspirador nasal
Un aspirador nasal (a veces denominado ‘respirador nasal’) es un pequeño dispositivo de aspiración diseñado específicamente para eliminar la mucosidad acumulada en la nariz del bebé. Así se limpian las fosas nasales y le permite respirar mejor. La mucosidad extraída se recoge a menudo en una cámara separada, para poder desecharla de forma segura e higiénica.
Aunque hay una variedad de aspiradores nasales en el mercado, el principio básico de diseño tras cada uno de ellos suele ser el mismo: una perilla hueca y oprimible unida a un tubo crea un vacío. Cuando el tubo se coloca dentro de la fosa nasal, aspira la mucosidad y la deposita en un recipiente separado.
Cómo usar un aspirador nasal
Para limpiar la nariz de su bebé con un aspirador, necesitará lo siguiente:
- Un aspirador nasal (en el mercado)
- Solución salina o gotas para la nariz
- Pañuelos
- Una manta


Paso 1 – Prepare su solución salina. Puede comprar gotas ya preparadas en la farmacia o el supermercado, o puede prepararla en casa: añada un cuarto de una cucharadita de sal a una taza de agua templada. (Asegúrese de no usar nunca la misma solución dos veces; elabore una nueva cada vez).


Paso 2 – Coloque cuidadosamente al bebé sobre la manta para que se sienta cómodo y con una pipeta, vierta tres gotas de solución salina en ambas fosas nasales para ayudar a suavizar y descomponer la mucosidad, facilitando su extracción.


Paso 3 – Apriete suavemente el aspirador para extraer todo el aire de la perilla y crear un vacío. Manteniendo la perilla comprimida, coloque la punta del aspirador suavemente en la fosa nasal. Tenga cuidado de no penetrar demasiado en la fosa nasal para evitar provocar daños.


Paso 4 – Suelte la perilla. Escuchará más que ver cómo el aspirador nasal extrae la mucosidad de la fosa nasal del bebé. Esta operación puede molestar al niño, ya que el proceso se sentirá extraño e incómodo.


Paso 5 – Saque la mucosidad en un pañuelo (aunque algunos aspiradores la recogerán en una cámara separada - lea las instrucciones) y repita el proceso en la otra fosa nasal. Limpie siempre el aspirador antes de intentar aspirar más mucosidad.
Puede que tenga que realizar esta operación varias veces por fosa nasal para limpiarlas a fondo. Cuando termine, limpie la nariz del bebé con un pañuelo para eliminar cualquier resto de mucosidad y evitar que se reseque y le irrite la piel.
Debe aspirar la nariz de su bebé no más de cuatro veces al día para evitar dañar le capa interna de sus fosas nasales. Use el aspirador antes de darle de comer, para evitar causarle el vómito.
Para limpiar el aspirador nasal después de su uso, prepare agua templada jabonosa. Llene el aspirador de esta solución y agítelo para eliminar la mucosidad del interior, antes de sacar el agua apretando la perilla. Repita varias veces, y repita una vez más con agua fría limpia para eliminar cualquier resto de jabón. Limpie siempre el aspirador después de su uso.
Diferentes tipos de aspiradores nasales
Todos los aspiradores nasales utilizan la succión para eliminar la mucosidad, pero algunos diseños son mejores que otros. Esto es lo que hay que tener en cuenta:
Aspirador nasal de perilla
El modelo descrito en la sección ‘cómo usarlo’ se denomina aspirador nasal de perilla. Es el modelo más usado y fácil de encontrar, ya sea en hospitales y clínicas o en tiendas y online, y su sencillo diseño hace que sea también económico. Pero esto no significa que sean perfectos. Su principal problema es que puede ser difícil acceder a su interior, lo que significa que no puede saber el grado de limpieza de su interior después de su uso, es decir, si quedan restos de mucosidad dentro, que podría albergar bacterias. Su diseño hace que también sea difícil de secar, por lo que, después de un tiempo, incluso con lavados repetidos, es probable que su interior esté sucio.
Aspiradores nasales eléctricos
Como su nombre indica, estos funcionan con electricidad y proporcionan un medio de succión mucho más eficaz que los modelos manuales. Muchos también se pueden limpiar en un lavavajillas y cuentan con prestaciones muy convenientes, como el almacenamiento transparente para poder ver la cantidad de mucosidad que se está extrayendo. Debido a la facilidad de uso y a las muchas características útiles, los padres prefieren estos modelos a los demás.
Sin embargo, son modelos más caros que los aspiradores manuales. Otra cuestión es que es posible que se acumule mucosidad en zonas difíciles de limpiar del dispositivo, lo que podría ocasionar la contaminación por gérmenes. Algunos modelos también pueden ofrecer resultados inconsistentes, dependiendo de la potencia y la carga de las baterías.
Aspiradores de succión humana
Funcionan colocando una boquilla y un filtro en el extremo del tubo, para que los padres puedan aspirar la mucosidad ellos mismos manualmente. La sencillez del diseño hace que este tipo de aspirador sea rentable y fácil de limpiar. Además, los padres tienen mucho más control sobre el poder de succión. El filtro y el protector bucal evitan que el moco sea aspirado accidentalmente por el tubo, pero aún así deben ser lavados a fondo después de su uso.
¿Son seguros los aspiradores nasales?
Si se usan correctamente, los aspiradores nasales son perfectamente seguros. Un ejemplo de su utilidad es que todos los hospitales tienen uno en reserva. Sin embargo, deben ser usados correctamente para lograr el resultado deseado.
Sea cual sea el tipo que decida, recuerde leer atentamente las instrucciones. En ellas se indican las precauciones que deben tomarse, por ejemplo, limitar el uso de los aspiradores a un máximo de cuatro veces al día, y espaciar cada sesión de manera uniforme para que haya suficiente tiempo de recuperación entre ellas. Si se excede, puede secar e irritar las fosas nasales, lo que podría empeorar el problema o incluso causar hemorragias nasales. Es importante no abusar de la solución salina por la misma razón.
Por lo demás, cuando se usan de forma correcta y responsable, los aspiradores nasales son una magnífica herramienta para limpiar la nariz obstruida de un bebé.